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domingo, 13 de febrero de 2011

el verdadero valor de las cosas (uno mismo)

Vengo, maestro, porque me siento tan
poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo,
que no
hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar?
¿Qué
puedo hacer para que me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo:

-Cuánto lo siento muchacho, no puedo
ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después…-
y
haciendo una pausa agregó Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría
resolver
este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

-E…encantado, maestro -titubeó el
joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades
postergadas.

-Bien-asintió el maestro. Se quitó un
anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo
al
muchacho, agregó- toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta
el
mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es
necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes
menos de
una moneda de oro. Vete ya y regresa con esa moneda lo más rápido que
puedas.

El joven tomó el anillo y partió.

Apenas llegó, empezó a ofrecer el
anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que
el
joven decía lo que pretendía por el anillo.

Cuando el joven mencionaba la moneda
de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito
fue
tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda
de oro
era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de
ayudar,
alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el
joven
tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, y
rechazó la
oferta.

Después de ofrecer su joya a toda
persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido
por su
fracaso, monto su caballo y regresó.

Cuánto hubiera deseado el joven tener
él mismo esa moneda de oro. Podría entonces habérsela entregado al
maestro
para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y
ayuda.

Entró en la habitación.

-Maestro -dijo- lo siento, no es
posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o
tres
monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto
del
verdadero valor del anillo.

-Que importante lo que dijiste, joven
amigo -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el
verdadero
valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que
él, para
saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuanto te da
por
él. Pero no importa lo que te ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí
con mi
anillo.

El joven volvió a cabalgar.

El joyero examinó el anillo a la luz
del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:

-Dile al maestro, muchacho, que si lo
quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su
anillo.

-58 monedas??!-exclamó el joven.

-Sí -replicó el joyero- Yo sé que con
tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé… si
la
venta es urgente…

El Joven corrió emocionado a casa del
maestro a contarle lo sucedido.

-Siéntate -dijo el maestro después de
escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y
como tal,
sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida
pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el
anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.

 

SACA LA CONCLUSION QUE QUIERAS DA PARA MUCHO

 

un escorpión necesitaba cruzar un rio, busco y busco la manera de ir a la otra orilla. un árbol caído, un trozo con muy poca agua. no encontró nada.

necesitare la ayuda de alguien, pensó

y se aventuro a buscar ayuda.

solo encontró una rana a la cual se dirigió con estas palabras:

mira sabes la fama que tengo, pero he cambiado, ahora quiero dejar este lugar para ser una nueva criatura ¿quizás pudieras ayudarme llevándome en tu lomo a la otra parte del rio?

- ¿como? si eres un escorpión, un depredador, seguro que acabas conmigo

-no!!!   he cambiado busco mi futuro al otro lado del rio ¿me ayudas?

- si es así vale

y  subió con mucho cuidado al lomo de la rana y empezaron a cruzar el rio. a mitad de camino el escorpión pico a la rana y esta le dijo

-confié en ti por que me dijiste que habías cambiado y buscabas un nuevo futuro. no tedas cuenta que ahora moriremos los dos

- lo siento dijo el escorpión pero es mi naturaleza.

 

UNA BUENA LECCION

 

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NO HACE MUCHO UN ESPAÑOL FUE MUERTO POR UNA MINA. POSIBLEMENTE DE FABRICACION ESPAÑOLA

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NO TODO SON PENAS Y LECCIONES POR APENDER

 

 

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